jueves, 23 de abril de 2009

LA DEMOCRACIA EN ATENAS: EVOLUCIÓN HISTÓRICA parte II

Las Guerras Médicas

Las Guerras Médicas son un conflicto bélico que enfrentó a una serie de ciudades griegas con el Imperio Persa, y se extendieron entre los años 499 y 449 a. de C.; la principal causa de esta confrontación fue el rechazo de las ciudades jónicas al sometimiento persa, y en el periodo que abarcaron se produjeron cuatro enfrentamientos militares.

Es importante decir que la Guerras Médicas son consideradas como el primer choque entre Oriente y Occidente, y algunos autores han llegado a señalar que en ellas se contrapusieron ideologías tan dispares como la democracia griega y el despotismo persa.

A fines del siglo VI a. de C., las polis griegas ubicadas en Jonia, debido a la presión diplomática y militar del emperador Ciro, se convirtieron en satélites de los persas, quienes les impusieron fuertes tributos económicos. Esta situación provocó el levantamiento de las polis, y en el año 499 a. de C. la ciudad de Mileto, con el apoyo de 20 barcos con tropas proporcionados por Atenas, inició un levantamiento que, luego de una victoria inicial, fue sofocado por Persia: en el año 493 a. de C., el emperador Darío I destruyó e incendió Mileto.

Un año después, este gobernante persa dio comienzo a una ofensiva sobre los territorios de Tracia y Macedonia, con el objetivo de recuperar el control de estos dos pueblos, que habían sido conquistados en el año 512 a. de C. Darío I envío una flota y un ejército al mando de su yerno Mardonio con la misión de conquistar Grecia, y por mientras, a través de sus embajadores, solicitó a las polis griegas que se rindieran. Las polis más pequeñas se sometieron, sin embargo, Atenas y Esparta no cedieron y mataron a los emisarios del emperador.

Como respuesta, en el año 490 a. de C., Darío envió una segunda expedición que nuevamente resulta derrotada, esta vez en la legendaria batalla de Maratón a sólo 40 kilómetros de Atenas. En esta ocasión, el ejército ateniense debió combatir en solitario a los persas, porque Esparta se hallaba en medio de una festividad religiosa que impedía a sus soldados abandonar la ciudad. No obstante, los atenienses comandados por Milcíades el Joven, derrotaron a unas fuerzas tres veces superiores y evitaron la inminente invasión de Grecia.

El tercer enfrentamiento de las Guerras Médicas ocurrió 10 años después, cuando el sucesor de Darío, Jerjes quién le reemplazó en el año 486 a. de C., mandó una nueva expedición a atacar las polis griegas. En esta ocasión, Jerjes reunió uno de los ejércitos más grandes de toda la Antigüedad y en el año 481 a. de C. logró atravesar con sus naves el estrecho de Helesponto y se dirigió al sur.

En la zona del paso de las Termópilas, el enorme contingente persa se enfrentó con un pequeño destacamento espartano de 300 hoplitas y 1000 guerreros griegos, dirigido por el rey Leonidas; en esta batalla, los persas atacaron por la retaguardia y arrasaron con las fuerzas de Leonidas.

Esta victoria permitió a los persas avanzar hacia Atenas e incendiar la ciudad; sin embargo, gracias al tiempo que ganó Leonidas, los atenienses abandonaron la ciudad y se refugiaron en las islas vecinas del Egeo. Entonces, la flota persa persiguió a la griega hasta la isla de Salamina y allí se enfrentaron 400 naves helenas contra 1.200 embarcaciones persas; no obstante la desigualdad de fuerzas, los griegos comandados por Temístocles, derrotaron a los invasores asiáticos.

La última fase de las Guerras Médicas se produce un año después de la batalla naval de Salamina, en el año 479 a. de C., cuando la flota griega vuelve a derrotar a la naves peras, esta vez en batalla de Mícala, frente a las costas de Mileto.

La paz entre griegos y persas sólo se consiguió en el año 449 a. de C., con la firma de la paz de Calias, acuerdo que ratificó la independencia de las polis griegas.

La principal consecuencia de las Guerras Médicas fue el liderazgo que adquirió Atenas al interior de Grecia; esta situación, en el plano político, se reflejó con la organización, en el año 478 a. de C., de la Liga de Delos: una alianza voluntaria entre las polis del mar Egeo, las ciudades griegas de Jonia y las polis del Ática para protegerse de los persas.

No obstante, es importante resaltar que la Liga de Delos era controlada por Atenas y, progresivamente, esta polis utilizó esta alianza en su beneficio, provocando el descontento de sus miembros. Por el contrario, Esparta sólo consiguió el respaldo de unas pocas polis de Grecia continental, a las que reunió bajo su liderazgo en la Liga del Peloponeso.

Finalmente, cabe decir que luego de la Guerras Médicas comenzó el llamado siglo de oro de Atenas; puesto que en esta época, bajo la conducción de Pericles, las instituciones democráticas atenienses se perfeccionaron y consolidaron.

La Atenas de Pericles: el siglo de oro

Como resultado de las Guerras Médicas, la polis ateniense estableció una supremacía política sobre gran parte de las ciudades griegas a través de la Liga de Delos, convirtiéndose en la principal potencia del mundo heleno durante el siglo V a. de C.
En este periodo, Atenas llegó a ser la capital cultural del mundo antiguo, gracias a la gestión de Pericles, quién ocupó el poder entre los años 460 y 429 a. de C.
Durante su gobierno, Pericles reconstruyó la Acrópolis y el Partenón, que habían sido destruidos por los persas y, además, levantó los muros defensivos de la ciudad para unirla con el puerto de El Pireo.

A comienzos del llamado siglo de oro ateniense, la polis se hallaba gobernada por un consejo de 10 estrategas militares que eran elegidos por cada una de las 10 tribus, según lo establecía la Constitución de Clístenes para los tiempos de guerra; las funciones de este consejo eran preparar la defensa de la ciudad, recibir a los embajadores extranjeros y conducir el gobierno de la polis.

Al finalizar el enfrentamiento con los persas, el partido demócrata logró ubicar en el poder a Efialtes, quién inició una reforma tendiente a profundizar la democracia en Atenas. Pericles, su sucesor, continúo la obra reformista y la orientó a conseguir la igualdad de todos los ciudadanos frente a la ley.

Una de las principales características de Pericles fue su gran capacidad oratoria, la que le consiguió frecuentemente el apoyo de la Asamblea; de hecho, este gobernante convirtió a esta instancia en una gran tribuna, ya que implementó el sistema de la mistoforia; esta institución, era una especie de remuneración para los ciudadanos que participaban de la Asamblea.

Una de sus medidas más trascendentes, fue la ampliación a los ciudadanos pobres (tetes) del derecho a ser elegidos en cargos públicos.

En el aspecto económico, la principal actividad era el comercio marítimo, pues resultó enormemente favorecido con la preponderancia ateniense en la Liga de Delos. Esta última situación, se manifestó con más fuerza, en el financiamiento de las obras públicas en Atenas, ya que el tesoro de la polis quedó muy resentido tras las Guerras Médicas.

Durante el gobierno de Pericles, la sociedad ateniense no gozó de grandes lujos, debido a la inexistencia de grandes fortunas y a la preocupación del gobernante por disminuir la desigualdad entre los ciudadanos.

Los niños atenienses, hasta los siete años, eran educados en el hogar y, posteriormente, ingresaban a la escuela; en ella, se les enseñaba lectura, escritura, matemáticas, y artes musicales. Además, obligatoriamente, debían asistir a clases de educación física, en las cuales los varones eran preparados para el servicio militar. A los18 años ingresaban al ejército y eran instruidos en el manejo de armas.

A pesar de las intenciones de Pericles, en la sociedad ateniense no resultaba igualitaria en todos los sentidos, puesto que la de Atenas era una sociedad patriarcal. Ello implicaba que los hombres poseían todos los derechos políticos y las mujeres estaban reducidas a las labores domésticas.

Sin embargo, existían mujeres libres e independientes, llamadas hetairas, las que aparte de ser esposas, también eran destacadas por su formación cultural y por su participación en los debates políticos; es preciso señalar, por ejemplo, que la esposa de Pericles, Espacia de Mileto, era una hetaira.

Uno de los aspectos más sobresalientes del gobierno de Pericles, fue el gran crecimiento que experimentaron las artes y la cultura en diversos campos y disciplinas. Una de las disciplinas más desarrolladas fue la arquitectura, ya que se construyeron numerosas obras públicas y monumentos religiosos; entre ellos, podemos nombrar el templo de Zeus de Olimpia, el templo de Apolo de Delfos, y la reconstrucción de la Acrópolis. En la escultura, destacó Fidias, quién realizó inmensas estatuas de Atenea y Zeus, las que se ubicaban en el Partenón y en el templo de Olimpia, respectivamente. Este periodo, además, es fecundo en la creación teatral y se caracterizó por la aparición de los autores griegos más conocidos universalmente: Esquilo, Sófocles y Eurípides, en el ámbito de la tragedia; y en la sátira sobresalió el gran detractor de Sócrates, Aristófanes. La disciplina de las ciencias históricas se desarrolló con el trabajo de autores como Heródoto de Halicarnaso, quién es considerado el padre de la historia gracias a su obra “Los nueve libros de la Historia”; además, se estima que en este periodo, Tucídides creó la primera historia política en su exposición sobre la Guerra del Peloponeso. La filosofía, durante el gobierno de Pericles, creció enormemente gracias a la obra de Sócrates, a quién se considera el creador de la filosofía occidental.

2 comentarios:

  1. profe me gusto este texto,lo lei para estar mas preparado para la prueba coef 2 de mañana, me gusto lo que hizo pericles, eso si con el al mando la mayoria de las mujeres no eran cuidadanas

    ResponderEliminar
  2. me gusta el siglo de oro creo q facilmente podri ser emplo para varios paises

    ResponderEliminar