domingo, 4 de octubre de 2009

EL RENACIMIENTO Y EL HUMANISMO

El Renacimiento y el Humanismo

“Este es un siglo de oro que ha visto el nuevo esplendor de las disciplinas liberales casi extinguidas, la gramática, la poesía, la elocuencia, la pintura, la arquitectura, la música, el arte del cantar con la antigua lira de Orfeo. Y todo esto en Florencia” Marsilio Ficino, Carta, I, 12


¿Continuidad o ruptura?

Es posible que el término e incluso el concepto de “Renacimiento” posee un origen religioso, la renovación del hombre, aquel “volver a nacer” al que hace referencia el evangelio de San Juan y San Pablo. En este sentido se conserva durante la Edad Media, pero a partir del siglo XV se emplea la palabra “renascentia” para significar la renovación cultural producida por la vuelta a los orígenes, es decir, a la cultura grecolatina. Hay dos interpretaciones diferentes respecto al significado del Renacimiento. Burchkardt, acentuará la ruptura y la oposición al mundo medieval, por el contrario, Thode y Burdach, destacar la continuidad entre ambas épocas. Quizá lo más prudente sea no enfatizar fechas que sugieran un corte abrupto sino las novedades que van surgiendo a través de un proceso de transformaciones graduales.

El Humanismo

En el Renacimiento, cambiarán los hábitos en los que se gesta una nueva cultura. Si bien las Universidades siguen siendo importantes, ceden la primacía a las Academias, los colegios universitarios, los colegios comunales y la corte. El nuevo hombre será un cortesano y un humanista.

El humanismo es el fenómeno más notable de la nueva cultura. El término “humanitas” (así como su equivalente griego de “paideia”,) significaba para Cicerón y Varrón la educación del hombre como tal. De esta forma, durante el Renacimiento, los studia humanitis sustituyeron el trivium medieval. Los estudios de humanidades comprendían las lenguas clásicas a las que se añade el hebreo y la literatura antigua. Mediante ellas se pretendía educar al hombre en la verdadera humanidad y acercarle el modelo ideal, el del hombre clásico.

El hombre humanista

A diferencia del hombre medieval, el humanista posee un sentido histórico, venera el pasado clásico como una edad de oro, pero es conciente de las distancias que los diferencian de este tiempo al que admiran. La literatura clásica se traduce a través de una paciente labor crítica y el conocimiento se sabe ligado en un armonía (la enciclopedia) siendo el lenguaje el nexo de unión. Todo está en el lenguaje, pero también en la imagen, todo puede ser representado o simbolizado. El humanista valora, por encima de todo, al hombre como ser natural y en la Naturaleza, pero no carece de interés por la religión: su aspiración es la de unificar todas las religiones y para ello rastrerá los orígenes del cristianismo, el misticismo y los profetas de la antigüedad.
Valora la vida activa, ansia la gloria y el poder que se obtiene con la sagacidad (la virtú) y por eso interviene en la política, se convierte en pedagogo, canciller, secretario o historiador de la corte. Pero no por ello desprecia la contemplación y la reflexión. El humanismo es, ante todo, una estética y una búsqueda del placer a través de la sabiduría, la belleza y la trascendencia.

martes, 1 de septiembre de 2009

EN BUSCA DE LA ORGANIZACIÓN...

LA ORGANIZACIÓN DE LA REPÚBLICA


La Etapa de los Ensayos Constitucionales (1823 – 1831)


Debido al carácter reformista de su administración, lla aristocracia terrateniente ejerció una fuerte presión que llevó a O’Higgins a presentar su renuncia al cargo de Director Supremo en enero de 1823.


El vacío de poder generado por la abdicación de O’Higgins dio lugar a un periodo caracterizado por una serie de ensayos denominados de organización republicana, etapa en la que la sociedad chilena trató de dar vida a una nueva forma de hacer política, muy diferente de la mezcla de golpes de estado y presiones de las elites que caracterizaron el periodo precedente.


Los rasgos más relevantes de la etapa de los ensayos constitucionales son los intentos de organizar políticamente a la nueva república bajo términos políticos extranjeros, especialmente los influidos por la Ilustración y la Revolución Francesa; una profunda crisis económica y financiera derivada de los daños que sufrió el erario nacional con la guerra para expulsar a los españoles; y el surgimiento de diversas tendencias políticas que se expresaron de manera extraoficial sin llegar a formar partidos políticos tradicionales.


Como señalamos, en este periodo de pusieron en escena una serie de intentos de organización constitucional tomados de ejemplos que se habían puesto en práctica en naciones extranjeras; sin embargo, el elemento que todas estas tentativas tuvieron en común fue su corta duración. Entre los diversos ensayos constitucionales podemos citar a: la Constitución Moralista de 1823, la que tenía como propósito sentar los márgenes de una ciudadanía ejemplar; la erradamente denominada Constitución Federalista de José Miguel Infante, puesto que nunca se promulgo un texto constitucional de este corte, sino que se le suele confundir con un conjunto de leyes impulsadas por Infante que perseguían otorgar autonomía política a las provincias de Chile mediante la elección de sus propias autoridades; la Constitución Liberal de 1828, que pretendió generar una igualdad de poderes entre el legislativo y el ejecutivo por medio de la limitación de las atribuciones de éste último.


Es preciso señalar que durante esta etapa, y a propósito de los diferentes ensayos constitucionales, se popularizaron y consolidaron las ideologías de tono republicano, las que eran inspiradas directamente por el fenómeno intelectual europeo de la Ilustración y los efectos políticos y sociales de la Independencia de los Estados Unidos y la Revolución Francesa. La consecuencia más importante de la penetración de las ideas republicanas fue la introducción al debate político de la época de conceptos como ciudadanía, opinión pública, democracia, soberanía popular, libertad de prensa, gobierno representativo, etc.


De la misma forma que hemos planteado, las acciones bélicas para liberar a Chile del dominio peninsular dejaron a la economía de nuestro país sumido en una severa crisis financiera que afectó especialmente la realización de obras de carácter público. Por otro lado, con el fin de solventar los gastos de la empresa revolucionaria, el gobierno chileno contrajo un empréstito con Inglaterra y después de la retirada de O’Higgins no fue capaz de cumplir con las obligaciones derivadas de este préstamo; la solución llego desde el ámbito privado, puesto que a una sociedad encabezada por Diego Portales se le concedió el estanco (una especie de monopolio que contaba con la autorización del estado) del comercio del tabaco y del juego, con el compromiso de que de las ganancias originadas por esta empresa se pagaran los montos adeudados a Inglaterra. Sin embargo, la compañía de Portales no fue capaz de cumplir con la exigencia impuesta por el Estado y terminó siendo expropiada por éste.


En el aspecto político surgieron una serie de facciones influenciadas por diversas tendencias ideológicas; el principal rasgo de estas facciones fue la inexistencia de partidos políticos tradicionales y el uso de numerosos periódicos y pasquines para hacer propaganda a sus ideales políticos. Entre las tendencias más relevantes podemos mencionar a:


  • Pelucones: sector que aglutinaba a la vieja aristocracia latifundista que proponía la existencia de un régimen de gobierno centralizado y fuerte, que no llevara a cabo reformas drásticas a las estructuras económicas y sociales.
  • O’Higginistas: sector en que se agrupaban los partidarios del ex Director Supremo y que buscaban su regreso desde Perú; los O’Higginistas estaban conformados por una serie de militares de alta gradación como José Joaquín Prieto y un novel Manuel Bulnes.
  • Estanqueros: correspondían al sector de comerciantes que participaron junto a Portales del monopolio del estanco, y que a pesar de su fracaso en tal empresa fueron resarcidos por el Estado mediante el pago de indemnizaciones.
  • Pipiolos: sector en que se hallaban los partidarios de reformas de carácter liberal y que proponían la división de los poderes del Estado. Entre sus los miembros más importantes de los pipiolos se puede mencionar a Ramón Freire y Francisco Antonio Pinto.
  • Federales: Incluía a los seguidores de José Miguel Infante, entre los que contaba casi toda la elite política que promulgó la llamada Constitución Federalista de 1826. Los federales poseían un proyecto político basado en el poder de las aristocracias provinciales.

Otra característica que marcó los comienzos del periodo republicano en Chile fue la existencia de varios gobiernos de corta duración, fenómeno que se explica por el extremo celo de la aristocracia hacia los gobiernos duraderos. La aristocracia, en particular, consideraba que la función del Jefe de Estado debía remitirse a conducir los asuntos administrativos del Estado y por ello se manifestaba en contra de los que estimaban gobiernos largos. De acuerdo con semejante dinámica de recambio político, los gobernantes que tuvo Chile durante este relativamente corto periodo de ocho años fueron:


  • Ramón Freire, en el cargo de Director Supremo entre 1823 y 1826.
  • Manuel Blanco Encalada, quién fue el primero en ejercer como Presidente de la República en el año 1826.
  • Francisco Antonio Pinto, quién asumió la vicepresidencia en 1826 tras la renuncia al cargo de Blanco Encalada.
  • Francisco Antonio Pinto, quién en 1829 ejerció como Presidente electo.
  • Ramón Freire, quién asumió el cargo en 1830.

Con la excepción del gobierno de Freire, que fue apoyado por el Cabildo santiaguino, durante esta etapa se estableció como práctica la designación de las autoridades a través de elecciones indirectas; en este tipo de elecciones los votantes sufragaban por electores que después elegían a los candidatos. En este tipo de votaciones el voto era censitario, lo que implicaba que ese derecho sólo lo podían ejercer los ciudadanos que poseyeran cierta cantidad de bienes.


La inestabilidad política de este periodo se debió en gran parte a la frecuente costumbre de los golpes de Estado iniciada por en la época de Independencia por Carrera y continuada fielmente en este periodo. De la misma forma, el fin de este periodo esta marcado por el levantamiento militar del Regimiento de Concepción, el que estaba al mando del general Prieto y que se rebeló contra el gobierno de Francisco Antonio Pinto. Los motivos con que los rebeldes justificaban su acción se relacionaban con las acusaciones de inconstitucionalidad que recaían sobre el Congreso por haber validado la elección de Joaquín Vicuña como vicepresidente, en razón de haber sido electo el pelucón Ruiz.


La sublevación comandada por Prieto terminó en un enfrentamiento militar en Ochagavía en diciembre de 1829; el resultado de este combate fue la adopción de una tregua que permitió a los rebeldes acceder al poder ejecutivo y legislativo, pero en un gobierno provisional que sería liderado por Freire. No obstante, este acuerdo sólo fue útil a los pelucones para que pudieran tomar el control del gobierno y trajo como consecuencia la renuncia al gobierno transitorio de Freire y de la rebeldía de este último, que inmediatamente formó un ejército y se enfrento a las fuerzas peluconas en la batalla de Lircay en abril de 1831, lugar en que las fuerzas de Freire y Prieto se encontraron, resultando vencedoras las del general pelucón.

miércoles, 19 de agosto de 2009

LA INDEPENDENCIA DE CHILE (2º Medio)

La Crisis del Imperio Español: el Fin del Sistema Colonial


A principios del siglo XIX, el contexto político español estaba determinado por la influencia que dejó la Revolución Francesa y por la baja popularidad que poseían el rey Carlos IV y su primer ministro Manuel Godoy. La situación se complementaba con la perniciosa intromisión en los asuntos españoles de Napoleón Bonaparte, personaje que el pueblo español percibía como el verdadero conductor de la política hispana en su afán por derrotar a Inglaterra. En 1806, con el objetivo de producir la ruina económica del Imperio Británico, Napoleón decretó un bloqueo continental para echar por tierra las relaciones comerciales del Reino Unido y de esa forma debilitar su posición económica y militar; no obstante, Portugal no estuvo de acuerdo en sumarse a la imposición de Napoleón y se negó a cerrar sus puertos, lo que trajo como consecuencia la enemistad de Francia.


A instancias del emperador francés, el sumiso Carlos IV firmó el Tratado de Fontainebleau; este acuerdo implicaba la repartición del territorio portugués entre España y Francia, y además, la posibilidad de que el ejército napoleónico atravesara por espacio español para atacar a Portugal. Sin embargo, este tratado tuvo como mayor consecuencia la solapada invasión de España por parte de los franceses, lo que en la práctica significaba que España pasaba a formar parte de las conquistas de Napoleón.


El descontento del pueblo español ante la presencia francesa en su territorio, y las sospechas que recaían sobre las intenciones del ministro Godoy de entregar el gobierno a Napoleón, produjo un motín en la ciudad de Aranjuez en el año 1808. La crisis que este levantamiento generó, obligó a Carlos IV a renunciar al trono y a entregar el poder a su hijo Fernando VII. El nuevo rey intentó afianzar su autoridad y para ello se reunió con Napoleón en la localidad francesa de Bayona; sin embargo, en esta cita Bonaparte exigió la cesión de la Corona española por medio de un juego de traspasos del trono que finalmente acabaría en manos de José Bonaparte, también conocido como Pepe Botella.


La situación de España repercutió fuertemente en las colonias americanas, las cuales no recocieron la autoridad del hermano del emperador francés y levantaron su apoyo a España y a Fernando VII. No obstante, a pesar de la positiva respuesta de los americanos, el sistema colonial hispano estaba sumido en una profunda crisis que no encontraría solución. Al desmembramiento del régimen político español en Europa y en América, se agregaba el descontento de los criollos por las férreas estructuras sociales y económicas que aseguraban privilegios para los ciudadanos peninsulares. Por otro lado, en las colonias la penetración de las ideas racionalistas había planteado una serie de interrogantes sobre la legitimidad de la autoridad española en América.


En el territorio español la presencia de Pepe Botella motivó el establecimiento de gobiernos regionales de carácter temporal, los que frecuentemente expresaban la necesidad de que las colonias mantuvieran su fidelidad a la Corona; sin embargo, la única finalidad de los españoles era recibir la contribución de las colonias para financiar la resistencia a Napoleón, puesto que no reconocieron la igualdad de derechos. Ello quedó demostrado en el rechazo que hicieron a las peticiones que éstas últimas levantaron para modificar las estructuras sociales y económicas en el continente americano.


El efecto de esta política en América fue el fortalecimiento de la posición de los ciudadanos americanos que cuestionaban la legitimidad de la dependencia colonial y la aparición de progresivas manifestaciones que condensaban la necesidad de romper definitivamente con España.


Antecedentes de la Primera Junta de Gobierno de Chile


Al igual que en España, durante el año 1808 en Chile se comenzaba a desarrollar una crisis en el orden político que terminaría por transformar definitivamente las relaciones entre la metrópoli y Chile. A comienzos de 1808, asumió el cargo de gobernador Francisco Antonio García de Carrasco, quién progresivamente se convirtió en el foco de un largo conflicto entre la aristocracia criolla y los funcionarios españoles.


Los principales acontecimientos que generaron la impopularidad de García de Carrasco tuvieron que ver con: la prórroga ilegal que decretó sobre la rectoría de la Real Universidad de San Felipe; la confiscación del cargamento del barco británico Scorpions; y el posterior asesinato del capitán de la tripulación; el envío forzado a España de las lanzas de caballería; la mala relación que el Gobernador desarrolló con el Cabildo de Santiago; el rechazo a la realización de elecciones de los diputados que representarían a Chile en las Cortes Extraordinarias de Cádiz; y en último lugar la detención de José Antonio de Rojas, Bernardo de Vera y Juan Antonio Ovalle, los que eran partidarios de levantar una Junta de Gobierno autónoma. La suma de estos hechos redundó en una posición insostenible para García de Carrasco y en julio de 1810, agobiado por la presión de la aristocracia, el Cabildo e incluso la Real Audiencia, presentó su renuncia.


Como reemplazante del gobernador saliente fue nombrado Mateo de Toro y Zambrano, un acaudalado terrateniente que se había destacado durante la Colonia por su contribución a la Corona mediante el ejercicio de cargos públicos y militares. El interinato de Toro y Zambrano fue percibido por el Cabildo de Santiago como una oportunidad para la formación de una Junta de Gobierno y en repetidas ocasiones sus miembros expusieron al nuevo gobernador esta intención. Por otro lado, la Real Audiencia se manifestaba en contra de los deseos independentistas y se esforzaba por hacer perdurar la institucionalidad colonial; sin embargo, la presión del Cabildo fue mayor y el gobernador convocó a una asamblea para discutir las intenciones de los vecinos de Santiago.


Esta reunión se realizó el 18 de septiembre de 1810 y su principal decisión fue la formación de una Junta de Gobierno, la que oficialmente se denominó Junta Gubernativa del Reino de Chile. La principal característica de esta nueva institución de gobierno era su carácter transitorio y su limitada representatividad, ya que en su creación sólo participaron los miembros de la aristocracia santiaguina; este hecho implicó que se determinara que su poder se extendería hasta la reunión de un Congreso Nacional en el cual estuviera representada la totalidad de la población de Chile. La presidencia de esta Junta fue ejercida por el mismo Toro y Zambrano.


Es preciso señalar que la formación de la primera Junta de Gobierno en Chile dio comienzo a un complejo proceso que terminaría con la definitiva independencia de Chile y el surgimiento de una nueva institucionalidad de carácter republicano.


Etapas de la Independencia de Chile


La historiografía clásica chilena ha identificado en el proceso político y social que terminó con la independencia de nuestro país tres etapas claramente diferenciadas: la Patria Vieja, que se extendió desde 1810 a 1814; la Reconquista española, que se desarrolla entre 1814 y 1817; y finalmente la Patria Nueva, periodo que va entre 1817 y 1823.


La Patria Vieja (1810 – 1814)


Este periodo se caracterizó porque en la conciencia de los habitantes de Chile se comenzó a emplazar gradualmente la idea de la necesidad de establecer un régimen absolutamente independiente y autónomo de las cortes españolas. Por ello, a medida que la Junta Gubernativa se instalaba en el poder, no tardaron en aparecer diversas propuestas para transformar y mejorar las condiciones generales del territorio chileno; una de las más importantes fue la concerniente a modificar el estatuto que regía las relaciones comerciales entre las colonias y los países distintos de España: el resultado de esta presión fue la promulgación, en 1811, de un decreto que aseguraba la libertad de comercio para los puertos chilenos.


A pesar de algunos inconvenientes, como el surgido por el motín liderado por el coronel Tomás de Figueroa en abril de 1811 para impedir la elección de los diputados por Santiago, el primer Congreso Nacional de Chile comenzó a sesionar el día 4 de julio 1811. Este año es considerado por muchos historiadores como el más complicado de todo el proceso que erradicó la institucionalidad colonial de Chile, ya que en el se manifestaron una serie de diferencias entre los ciudadanos que conformaban el bando independentista y revolucionario. El conflicto que más se desarrolló fue el que sostuvieron los partidarios de reformas estructurales drásticas y los que promovían cambios graduales al régimen colonial; a este problema, se sumaron las diferencias surgidas entre los que reconocían un papel preponderante a la aristocracia (representados por José Miguel Carrera, entre otros) y los que querían actuar desentendidos de los intereses de la oligarquía criolla (representado en la figura de Bernardo O’Higgins).


La composición del Congreso Nacional estaba determinada por la existencia de una querella entre dos grandes sectores de diputados que agrupaban a las dos tendencias políticas mayoritarias: los radicales y los reformistas. Los primeros eran conducidos por Juan Martínez de Rozas, a pesar de que no era diputado y por tanto no era parte del Congreso, y se inclinaban por romper definitivamente con España y por instalar un gobierno de corte republicano. Los reformistas, por el contrario, deseaban desarrollar una revolución enmarcada dentro de ciertas limitaciones.


La disputa que enfrascaba el funcionamiento del Congreso fue resuelta por un golpe de Estado comandado por José Miguel Carrera el 4 de septiembre de 1811; sin embargo, aunque el movimiento de Carrera logró dar pie a una serie de transformaciones inmediatas como la abolición de la esclavitud, los conflictos que se produjeron entre los militares y los civiles llevaron a Carrera a dar un nuevo golpe de Estado, que trajo como consecuencia la concentración de los poderes en manos del nuevo caudillo.


La nueva posición que adquirió Carrera derivó en la formación de una nueva Junta Gubernativa y en la disolución del Congreso en noviembre del convulsionado año 1811. La situación generada por Carrera lo llevó a enfrentarse con Martínez de Rozas y la posibilidad de una guerra civil se hizo patente; de hecho, sólo una ronda de negociaciones entre ambos bandos y la formación de una Junta Provisional en Concepción, acabó con el peligro de un enfrentamiento fraticida. No obstante, la posición de Carrera no se debilitó porque la nueva junta esta conformada por un grupo de militares leales a él y en la práctica siguió ejerciendo el poder.


En esta etapa de su gobierno, Carrera impulsó una serie de medidas destinadas a consolidar la causa independentista. Entre ellas podemos mencionar: la edición del periódico denominado la “Aurora de Chile”, el cual tenía como objetivo publicitar las ideas políticas del bando carrerino; la creación de los primeros emblemas nacionales; la dictación de un Reglamento Constitucional que declaraba la autonomía de Chile pero que reconocía la autoridad del rey Fernando VII; o el establecimiento de relaciones diplomáticas con los Estados Unidos. En este periodo, además, se sentaron las bases de los que serían la Biblioteca nacional y el Instituto Nacional.


Las noticias sobre los acontecimientos ocurridos en Chile generaron la reacción de las autoridades españolas en Perú, las que encabezadas por el virrey Fernando de Abascal, ordenaron intervenir militarmente en territorio chileno. Al enterarse de que venían fuerzas realistas desde Perú hacia el sur del país para reforzar la posición española en Chile, Carrera debió trasladarse al sur y delegar su autoridad política para poder concentras en sus labores de jefe del ejército revolucionario. Sin embargo, la suerte fue adversa para el caudillo y sufrió una dura derrota en Chillán en agosto de 1813; esta situación produjo que Carrera fuera removido de su cargo y que Bernardo O’Higgins lo reemplazara, originado una agria confrontación entre ambos.


El efecto de los sucesos militares fue el enardecimiento de la posición que reclamaba el derecho de los chilenos a elegir a sus propias autoridades, pero la captura de la ciudad de Talca por las fuerzas monárquicas trajo como consecuencia que Francisco de la Lastra asumiera como Director Supremo y que se proclamara un nuevo Reglamento Constitucional en marzo de 1814.


A la extensión del conflicto militar y el progresivo declive de las fuerzas revolucionarias chilenas, se sumó la recuperación del trono por parte de Fernando VII. Este nuevo contexto auguraba la promoción de una nueva política por parte de las nuevas autoridades españolas, y el gobierno chileno decidió negociar con las fuerzas monárquicas. El resultado se plasmó en el tratado de Lircay, en el que los chilenos reconocían la autoridad de Fernando VII; no obstante, estas condiciones no fueron aceptadas por Carrera y en julio de 1814 protagonizó un tercer golpe de Estado que le permitido recobrar el poder; este nuevo golpe de Carrera motivó una nueva querella entre las fuerzas chilenas.


La profunda fisura del bando chileno se cristalizó en la batalla de Tres Acequias en septiembre de 1814, en el que las tropas del gobierno de Carrera se enfrentaron con las fuerzas lideradas por O’Higgins. Sin embargo, mientras los chilenos resolvían sus disputas, el virrey Abascal decidió desconocer los acuerdos de Lircay y, en forma paralela, enviaba un nutrido contingente militar encabezado por el general español Mariano Osorio. Este último, luego de desembarcar en Chile y de reorganizar a las tropas monárquicas, puso fin a la etapa de la Patria Vieja al derrotar a las fuerzas revolucionarias en la batalla conocida como el desastre de Rancagua, la que se llevó a cabo entre el 1 y 2 de octubre de 1814.


La Reconquista (1814 – 1817)


Esta etapa de la Independencia de Chile se caracterizó porque en ella se produjeron, en forma paralela, dos escenarios que determinarían el destino del proceso revolucionario. El primero de ellos corresponde a la reinstauración del poder monárquico español, el que se vio reflejado en la represión que sufrió la aristocracia chilena; esta situación se expresó en el destierro a la isla de Juan Fernández, en la confiscación de sus bienes y en la instalación de los tribunales de vindicación. Pese a que con estas acciones las autoridades españolas perseguían desmoralizar las intenciones autonomistas de los revolucionarios, la aristocracia chilena sólo logró madurar el sentimiento independentista. Como contraparte, en este contexto, se desarrolló la acción guerrillera de Manuel Rodríguez que tenía como objeto desestabilizar al recuperado régimen español.


El segundo escenario que señalamos se dio en Mendoza, lugar en el que se habían refugiado las fuerzas chilenas y que bajo la conducción de O’Higgins y el general argentino José de San Martín se constituyeron en el Ejército Libertador de los Andes. Luego del desastre de Rancagua, el territorio chileno volvió a estar bajo control de las autoridades realistas, y como hemos señalado Mariano Osorio y Casimiro Marcó del Pont, los que serían los últimos gobernadores españoles, se dedicaron a ejercer un duro y estricto control sobre la población chilena, puesto que poseían información sobre el movimiento de reorganización de la fuerzas chilenas en territorio argentino. Ambos gobernadores debieron enfrentar el temor a una invasión que podría producirse en cualquier momento, por lo que se establecieron un conjunto de medidas como la imposición de toques de queda y el uso obligatorio de pasaportes para viajar entre dos puntos del territorio chileno. Con la misma finalidad, se iniciaron juicios en contra de los principales líderes revolucionarios que permanecían en Chile, los que terminaron con el destierro de muchos de ellos. El efecto de estas medidas también lo sufrieron las instituciones levantadas durante el gobierno de Carrera, como la Biblioteca Nacional y el Instituto Nacional, las que dejaron de funcionar y fueron clausuradas. De la misma manera, se actualizaban instituciones como la Real Audiencia, que había sido suprimida por los revolucionarios chilenos.


Como señalamos en un comienzo, las tropas chilenas que se refugiaron en Mendoza habían pasado a constituir el Ejército Libertador de los Andes, y en enero de 1817 bajo el mando de San Martín iniciaron su campaña de regreso a territorio chileno. Estas nuevas fuerzas, compuestas por casi 4.000 personas, cruzaron los Andes por medio de diversos pasos fronterizos y progresivamente se instalaron a lo largo de Chile. La columna principal del Ejército Libertador, en la que venían San Martín y O’Higgins, se encontró con las fuerzas realistas en la cuesta de Chacabuco el 12 de febrero y les inflingieron una severa derrota que significó el fin de los gobiernos monarquistas en Chile, y además, terminó por expulsar a los españoles de Santiago y hacerlos huir hacia el sur del país.


La Patria Nueva y el Gobierno de O’Higgins (1817 – 1823)


La Patria Nueva es la última etapa del proceso político y militar que condujo a la Independencia de nuestro país y se caracteriza por la consolidación de la victoria chilena y por el desarrollo del gobierno de O’Higgins. La batalla de Chacabuco significó una importante victoria para el Ejército Libertador y marcó el inicio de una nueva etapa en el proceso revolucionario; sin embargo, el estado de guerra se mantuvo por algún tiempo más ya que fuerzas realistas se hallaban dispersas en el sur del territorio y porque el propósito ulterior del Ejército dirigido por San Martín incluía la liberación de Perú y el traslado de las tropas a Lima.


Tras la huida del gobernador español, el Cabildo de Santiago ofreció el poder a San Martín y debido a su rechazo O’Higgins fue nombrado como Director Supremo. Este hecho no significó el fin de las acciones bélicas, pues a las tropas realistas presentes en algunos enclaves del sur se sumó el peligro de un desembarco de tropas españolas provenientes desde Perú. Esta presunción se convirtió en realidad cuando el virrey Joaquín de la Pezuela envió una nueva expedición a cargo de Mariano Osorio, la que consiguió sorprender al ejército chileno en la batalla de Cancha Rayada; sin embargo, las fuerzas revolucionarias lograron reorganizarse rápidamente y en Maipú, un lugar ubicado en las inmediaciones de Santiago, derrotaron definitivamente al general Osorio y al último ejército realista. El triunfo chileno en esta batalla ratificó la Independencia de Chile, la que se había proclamado oficialmente luego de la victoria de Chacabuco.


Una vez consolidado en el gobierno, a O’Higgins se le presentaron dos desafíos que debió sortear raudamente: la expulsión de los escasos realistas que quedaban en el sur, y dar curso a un proceso conducente a la organización de la nueva república chilena y la transformación de las estructuras sociales y económicas. Otro reto que debió enfrentar el gobierno de O’Higgins fue la preparación y el financiamiento de una expedición militar para liberar del dominio español a Perú. Lo primero que debió resolver el Director Supremo fue la conformación de una escuadra naval para trasladar a las tropas hacia Lima. La denominada Primera Escuadra fue conformada inicialmente con naves que les fueron arrebatadas a los realistas y con otras que el gobierno adquirió; en segundo lugar se procedió a la contratación de la oficialidad naval, la que se compuso principalmente con marinos británicos y en la que se incluía Lord Thomas Cochrane. La naciente marina chilena se desenvolvió con relativo éxito pues logró el control del Pacífico mediante una serie de acciones bélicas como el ataque al puerto peruano de El Callao, o la arriesgada maniobra que permitió a las fuerzas chilenas apoderarse de la red de fuertes que ocupaban los realistas en la zona de Valdivia.


Al mismo tiempo en que se armaba la Primera Escuadra, el gobierno de Chile debía ocuparse de la creación del Ejército Libertador del Perú, una tarea que no resultó sencilla debido a la precaria situación en que se encontraban las finanzas chilenas. A pesar de ello, el erario chileno corrió con todos los gastos del nuevo ejército que volvió a ser liderado por San Martín. Finalmente, el 20 de agosto de 1820 salió desde el puerto de Valparaíso la Expedición Libertadora del Perú, empresa que un año después logró proclamar la independencia del antiguo virreinato, aunque la presencia española en Perú sólo fue consolidada en la batalla de Ayacucho, en la que las fuerzas de Simón Bolívar expulsaron definitivamente a los españoles de Perú.


Cuando el peligro de un nuevo ataque español fue descartado, el gobierno de O`Higgins se dedicó a organizar las instituciones políticas de la nueva república. A pesar de que una parte de la aristocracia se mostró descontenta con la continuidad de O’Higgins como Director Supremo, éste consiguió promulgar en 1818 una Constitución que le entregaba amplios poderes y no señalaba una fecha para que se alejara del cargo. Con estas facultades, O’Higgins inicio un proceso de transformaciones económicas y sociales que no fueron compartidas por la aristocracia y que progresivamente aumentó los niveles de animosidad entre ambos.


El problema surgió porque el Director Supremo abolió una serie de privilegios que ostentaban los miembros de las antiguas y tradicionales familias chilenas como el uso de títulos y escudos de nobleza y, en particular, la existencia de la institución de los mayorazgos; estos últimos, se habían constituido en la base del poder de las familias más poderosas ya que contribuían a la acumulación de sus bienes y propiedades. Para que la antigua sociedad chilena se convirtiera en una sociedad de carácter republicano era necesario que estuviera dispuesta a aceptar estos cambios; sin embargo, el descontento que ellos provocaron en el seno de la aristocracia, sumado al marcado tono autoritario de O’Higgins generaron una crisis política que estuvo a punto de conducir a Chile a una guerra civil. Esta situación sólo se resolvió en enero de 1823 cuando el Director Supremo renunció a su cargo y se exilió en Perú.


La Economía del Proceso Independentista


Las guerras napoleónicas que se desarrollaban en Europa a comienzos del siglo XIX, afectaron gravemente el desarrollo del comercio internacional y sus efectos también se sintieron en las todavía colonias españolas; la principal consecuencia fue la escasez en América de los productos manufacturados europeos, ya sea provinieran del comercio legal como del contrabando. Esta situación implicó, además, una serie de problemas adjuntos como la baja en la recaudación de las aduanas o la crisis de los pequeños grupos de comerciantes americanos; de todas las colonias, la más afectada fue el virreinato de Buenos Aires, lugar en que las autoridades se apresuraron en decretar la libertad de comercio en el año 1809.


El efecto de las medidas tomadas en Argentina para enfrentar la crisis económica repercutió en forma inmediata en el resto de las colonias. Gracias a la afluencia de barcos de diversas nacionalidades a los puertos trasandinos, nuestro país logró sortear la escasez de manufacturas e incluso aumentó el nivel de entre ambas colonias. De esta forma, la ciudad de Buenos Aires desplazó a Lima como principal proveedor del mercado chileno, aunque desde Chile se seguían enviando importantes cantidades de productos agrícolas a Perú.


A medida que se desarrollaba el proceso independentista en Chile las relaciones comerciales con Buenos Aires se fortalecieron, pero el flujo con Perú se mantuvo y seguían llegando varios productos esenciales como el azúcar. Lo paradójico del hecho era el dificultoso estado en que se encontraban las relaciones entre Chile y el virrey Abascal, a lo que se agregaba la asociación política militar que se había establecido entre Santiago y Buenos Aires. En este contexto, la colonia chilena vendía trigo al mercado peruano en momentos en que Montevideo, ciudad leal al virrey Abascal, se hallaba asediada por las tropas revolucionarias de Buenos Aires. Esta situación perduró hasta el año 1813, año en que las relaciones comerciales entre Chile y Perú fueron suspendidas debido a la invasión realista en territorio chileno ordenada por Abascal.


En el ámbito interno el proceso independentista también tuvo consecuencias relevantes. La presencia en el territorio chileno de dos ejércitos antagonistas implicaba una serie de gastos que debían ser solventados: la alimentación de los soldados y la necesidad de conseguir pertrechos de guerra (armas, municiones, uniformes) eran gastos que estaban en constante aumento, situación que era complementada con el hecho de que las principales operaciones bélicas se desarrollaron en las zonas agropecuarias fueron las más afectadas. Para poder financiar los gastos de las acciones militares, los diferentes gobiernos que tuvo Chile durante este proceso resolvieron aumentar los impuestos y a solicitar las denominadas erogaciones; estas consistían en donaciones de carácter voluntario que las familias más poderosas debían hacer a la causa independentista, aunque la mayor parte de las veces fueron realizadas por medio de la fuerza. Es preciso señalar que las fuerzas chilenas y las realistas desarrollaron esta práctica con las familias que pertenecían a los bandos antagonistas.


Otra consecuencia de la crisis económica generada por las acciones militares fue la relativa paralización de las actividades mineras, las que se vieron afectadas por la imposibilidad de conseguir recursos para financiar los yacimientos explotados y porque la escasez de alimentos conspiraba para conseguir mano de obra. En el breve periodo de restauración del poder monárquico las actividades agrícolas tendieron a recuperarse por la reactivación del circuito comercial con el Perú, aunque la razón más importante de este fenómeno fue la suspensión de las acciones bélicas en la zona central del país debido a la retirada transitoria de las fuerzas revolucionarias hacia Mendoza.


Con la definitiva expulsión de los realistas de Santiago tras la batalla de Chacabuco, se retomaron los contactos comerciales con Buenos Aires; sin embargo, el volumen del flujo entre Argentina y Chile no volvió a alcanzar los niveles del periodo 1811-1814. La principal circunstancia que motivó este viraje en las relaciones comerciales de Chile fue el establecimiento de contactos directos con países industrializados como Estados Unidos e Inglaterra por medio de la ruta del Océano Pacífico.

domingo, 16 de agosto de 2009

TEMAS DE TRABAJOS DE INVESTIGACIÓN 3º MEDIO

Estimados alumn@s, tal como acordamos en clases les dejo a continuación una lista de tópicos para realizarsus próximos trabajos de investigación.

Recuerden que los grupos de trabajo deberán conformarse con mínimo 3 integrantes y máximo 5.

La selección de los temas es de acuerdo al orden de llegada, y se asignarán a los grupos que manifiesten sus preferencias en los comentarios de este post.

Saludos a tod@s.

De paso, les dejo un clip

Lista de Temas:

1. La Edad Media como base de la Unión Europea.

2. La Inquisición y las herejías.
(Catalina Simon y su grupo)

3. Los aportes culturales del Islam a la Civilización Occidental.

4. El Feudalismo en Japón.

5. San Francisco de Asís, los monjes franciscanos y el voto de pobreza.

6. El conflicto entre el Imperio y el Papado.

7. La Universidad en la Edad Media.

8. La Peste Negra.
(Ma. Paz y su grupo)

9. La Guerra de los 100 Años.
(Diego Salinas y grupo)

10. Las ciudades medievales.
(Bryan M. y su grupo)

11. Personajes épicos del Medioevo: Juana de Arco, el Rey Arturo y el Mío Cid.

12. La Edad Media y su representación en el cine.

13. Las Cruzadas

14. Las Mil y Una Noches y el mundo árabe.

15. La música medieval

jueves, 13 de agosto de 2009

ENSAYO CONCURSO BANCO CENTRAL

ESTIMAD@S ESTAS SON LAS PREGUNTAS DEL CONCURSO. RECUERDEN QUE DEBEN POSTEAR SUS HIPÓTESIS PARA PODER SELECCIONAR EL TEMA.

¿Cómo contribuye la estabilidad de precios al bienestar de la población?

¿Qué beneficios tiene contar con un sistema financiero sólido?

¿Cómo afectan, en nuestra vida cotidiana, los cambios de la tasa de interés fijada por el Banco Central de Chile?

¿Por qué es importante que el Banco Central de Chile sea autónomo?

LIMK DEL CONCURSO:

http://www.economiamascerca.cl

miércoles, 17 de junio de 2009

LA DROGA Y LA CONTRACULTURA DE LOS AÑOS ´60

Si tuviéramos que situar la irrupción de la droga en forma masiva en el siglo XX, diríamos que la década del 60 marca el hito fundamental de su aparición. Una sociedad que atravesaba la posguerra, con su dejo de triunfalismo y su espíritu puritano, proclamando el "American Way of Life", ve nacer una nueva expresión literaria con la "Beat Generation”.

Los escritores beats como Burroughs, Corso, Ginsberg o Kerouac, desarrollan una nueva forma de expresión donde todo aquello que produzca efectos sobre los sentidos, llámese anfetaminas, LSD, marihuana, alcohol, constituye un proyecto explícito de protesta contra los valores preestablecidos de la sociedad capitalista. El consumo de drogas es también un medio de consolidar un lugar y de desprenderse de cánones sociales inmersos en prácticas ritualistas conservadoras; ante todo, se trata de una transformación cultural. Una nueva modificación de la sensibilidad, que la complicidad con los trastornos de la química no hará sino acrecentar durante el siglo. La literatura, comienza a expresar el cambio de la figura de la droga como medio de actuar sobre sí mismo, y como una forma de protesta a las convenciones sociales existentes. Diferentes críticos señalan que la escritura beat es un flujo ininterrumpido, desde el fondo del espíritu, de ideas y palabras que soplan sobre las imágenes; no hay periodos que separen las frases, ridículas puntuaciones, sino vigorosos blancos, que separan las respiraciones retóricas. No hay selectividad de la expresión, sino aceptación de las asociaciones libres producidas por la mente en un mar ilimitado, nadando en un océano, sin otra disciplina que los ritmos de la respiración retórica y de las puntuaciones como un puño que golpea sobre la mesa.

Los textos parecen describir "viajes" plagados de velocidad e imágenes superpuestas, homologables a las experiencias con LSD, que describían un viaje interior y que, para la época, era publicitado como un paso más en la larga serie de progresos tecnológicos que conduciría, a la humanidad, a la felicidad.

Al término de este "viaje", el "Yo" se borra y, como escribe Burroughs, "la identidad se desvanece en un espacio vacante".

En "In extremis, no message", Burroughs sostiene: "el último 'flash' es una iluminación bajo forma de gran blanco, suma del espectro cromático, pero del cual, al día siguiente, ya no queda más nada -salvo lo que ya estaba allí -".

Escribo poesía porque mi mente se contradice a sí misma, un minuto está en Nueva York, al otro minuto en los Alpes Dináricos.
Escribo poesía porque mi cabeza contiene 10.000 pensamientos.
Escribo poesía porque ninguna razón, ningún por qué.
Escribo poesía porque es la mejor manera de decir todo lo que tenés en mente en 6 minutos o durante el transcurso de una vida.

Improvisación en Beijing. A. Ginsberg.

Demando que la raza humana
cese de multiplicar la especie
saluden con una reverencia, se retiren.
Ese es mi consejo.
Y como castigo o recompensa
por realizar esta petición
renaceré el último de los humanos
oraré, lloraré, comeré, cocinaré...
Y una mañana ya no me levantaré de mi estera

Poema -Jack Kerouac

La generación beat desarrolló un estilo poético que habilitaba una visión renovadora del mundo y de las cosas, a la vez que comprometía la palabra en los movimientos sociales, que caracterizaron la década del sesenta. Su vinculación con la droga, sirvió para vehiculizar la protesta y luego como la posibilidad de producir un diagnóstico, donde se la situaba metafóricamente en el mismo lugar de poder y devoración, a la droga que a la cultura capitalista que combatían. En el decir de William Burroughs: "La intoxicación- el 'mono' que se aferra al cuerpo del drogadicto - es como la implantación de un 'parásito' extraño que termina por poseerlo y devorarlo, bajo la triple forma de la droga, por cierto, pero también de la sexualidad y el poder".

Había llegado al término de la blanca...Desde hacía más de un año no me había bañado ni me había cambiado de ropa. Ya ni siquiera me desvestía - salvo para plantar a cada hora, la aguja de una jeringa hipodérmica en la carne gris y fibrosa, carne de madera del estadio final de la droga.

Festín desnudo, W. Burroughs.

El proceso, denominado Contracultura, en cuyo sesgo se difundieron las sustancias alucinógenas en Occidente, sitúa una relación particular con la droga, ligándola a la utopía de una generación, concluyendo que de la experiencia psicodélica se extrae lo que se invierte. Cuando Ginsberg afirma que "la otra realidad que nos ilumina es una producción de nuestra mente" coincide con lo que afirmaba Baudelaire muchos años antes, en relación al hachís, que "éste no revela al individuo más que el individuo mismo".

Escribo poesía para retratar con precisión mi propia mente.

A. Ginsberg (Beat Generation)

LA SOCIEAD DE CONSUMO Y LA CONTRACULTURA EN LOS AÑOS ‘60 (4 MEDIO)

CINEVIDENCIA: “Easy Rider”

Luego de la exhibición de la película Easy Rider (1969), y tras el análisis del texto “La droga y la contracultura de los años ´60” realiza los siguientes ejercicios:

• Selecciona una escena de la película y menciona los aspectos que pueden relacionarse con el uso de las drogas como un medio de desprenderse de cánones sociales conservadores, de la forma en que lo señala el texto. Menciona elementos que reflejen el rechazo que los protagonistas generaban en el común de los “americanos” y explica las razones del conflicto que se genera entre estos últimos y los dos motociclistas. (8 puntos)
• De acuerdo al texto leído, la principal característica del estilo poético de la generación beat es la similitud que sus obras literarias comparten con la idea de viajar, ¿se puede considerar a “Easy Rider” como una obra beat? ¿Por qué? (5 puntos)
• La década de los ’60 se caracteriza, entre otras cosas, por la liberación sexual y por la emergencia de las minorías sexuales; ¿De qué manera este elemento cultural es representado en “Easy Rider”? ejemplifica tu respuesta describiendo una escena relativa al tema. (5 puntos)
• Analiza la letra de la canción “Born to be wild” y señala que relación tiene ésta con la película. (5 puntos)

Get your motor runnin'
Head out on the highway
Lookin' for adventure
And whatever comes our way
Yeah Darlin' go make it happen
Take the world in a love embrace
Fire all of your guns at once
And explode into space

I like smoke and lightning
Heavy metal thunder
Racin' with the wind
And the feelin' that I'm under
Yeah Darlin' go make it happen
Take the world in a love embrace
Fire all of your guns at once
And explode into space

Like a true nature's child
We were born, born to be wild
We can climb so high
I never wanna die

Born to be wild
Born to be wild


Lee el texto y responde:

La denominada cultura beat se originó en los Estados Unidos y fue la expresión de una generación que no creía en los mitos de los adelantos científicos que habían producido la mecanización, ni en la adoración del dinero como medio de satisfacción. Allen Ginsberg y Jack Kerouac fueron —a través de poesías y cuentos que transitaban en revistas subterráneas sin circulación comercial— típicos representantes de una búsqueda por separarse de una sociedad que consideraban arbitraria y falsa. En ella los hombres —afirmaban— habían perdido la capacidad de comunicarse y vivir, producto de los bombardeos publicitarios que alentaban únicamente la superficialidad del confort: el auto, la casa, el televisor, etcétera. Para manifestar su disconformidad, alentaron la resistencia al consumo.

• ¿Se puede afirmar que los protagonistas de “Easy Rider” son exponentes de la cultura beat” ¿Por qué? (5 puntos)

Como se ha señalado, el consumo de drogas en la década de los ’60 se transformó en un rasgo característico de la contracultura juvenil; de hecho, se afirma que las drogas son una metáfora paradójica de la crítica de los beat a la sociedad consumista que denostan, y que su utilización constituye un proyecto explícito de protesta contra los valores preestablecidos de la sociedad capitalista. El consumo de drogas es también un medio de consolidar un lugar y de desprenderse de cánones sociales inmersos en prácticas ritualistas conservadoras; ante todo, se trata de una transformación cultural. No obstante, el abuso de estas sustancias contradice todo el sentido contestatario de la contracultura de los ’60 pues era frecuentes que los jóvenes de transformaran en dependientes del consumo de drogas y pasaran a formar parte de la tan criticada sociedad de consumo. De hecho, uno de los principales exponentes de los beat, William Burroughs, escribe lo siguiente:
"La intoxicación- el 'mono' que se aferra al cuerpo del drogadicto - es como la implantación de un 'parásito' extraño que termina por poseerlo y devorarlo, bajo la triple forma de la droga, por cierto, pero también de la sexualidad y el poder".

• Tomando en consideración lo anteriormente planteado, expone tu opinión personal respecto al consumo de drogas en los ’60 y evalúa su utilización como una forma de protesta antisistémica. Incluye en tu reflexión la sensación que te produjo el abrupto final de la película y el fracaso de las intenciones de los dos protagonistas en sus intenciones de escapar de la sociedad de consumo; finalmente, relaciona el fracaso del viaje de Wyatt y Billy con su consumo de drogas. (8 puntos)

EL ESTILO DE VIDA AMERICANO (4 MEDIO)

Como consecuencia de la implantación del llamado Estado de bienestar, a partir de fines de la Segunda Guerra Mundial, importantes sectores sociales de los países industrializados aumentaron, considerablemente, el poder adquisitivo. Para mantener esa situación de mejoramiento salarial y de cobertura social, era necesario acrecentar la producción y, en forma paralela, el consumo para que se pudiera absorber todo lo fabricado. Así aumentarían las ganancias de los industriales que, a su vez, dispondrían de más capitales para seguir mejorando la capacidad adquisitiva de las clases medias y bajas, formando un círculo en el cual todos los elementos debían conservar el equilibrio.

Todo esto se hizo posible gracias a los adelantos tecnológicos. El mejoramiento salarial se dio a partir de las negociaciones entre los sindicatos y las organizaciones patronales, y asegurando las mayores ganancias a los empresarios. Para sostener este nivel de vida, era necesario aumentar el consumo, aun de productos superfluos que comenzaron a ser publicitados como imprescindibles. A fin de lograr ese objetivo, fue creado en los Estados Unidos un nuevo estilo de vida, que comenzó a difundirse como el american way of Iife (estilo de vida americano). Para ello, se utilizaron dos elementos: la publicidad y la disminución de la calidad de los productos, con el fin de que tuvieran menor vida útil y por lo tanto, fuera necesario reponerlos más rápidamente.

Esta nueva forma de vida se basaba en el consumo de todo tipo de artículos, como uno de los principales caminos para la realización individual de los seres humanos. Se dejaban en segundo plano muchos de los valores culturales sostenidos hasta entonces, como el crecimiento intelectual y espiritual.

Las características de ese “estilo’ fueron —además del consumismo— la exageración, la ostentación de la riqueza y la grandiosidad, reflejadas en todos los órdenes. La industria automotriz norteamericana, por ejemplo, se diferenció de las demás por el enorme tamaño de sus vehículos y por su mayor potencia. Los automóviles Impala, inmensos en tamaño, se convirtieron en el símbolo de la riqueza de los años 60. Se creó, de este modo, una notoria influencia y hasta dependencia cultural, pues el resto de los países estuvieron influidos por la moda y las preferencias norteamericanas, más allá de sus propias tradiciones o idiomas.

LA SOCIEDAD DE CONSUMO

Después de la Segunda Guerra, el avance tecnológico (en electrónica, física y química), la mayor disponibilidad de mano de obra —producto de la paz y del aumento demográfico— ocasionaron un gran incremento de la producción industrial. Para mantener y aumentar el nivel de ganancias de los empresarios, fue necesario elevar el consumo, para lo cual se incorporó a los sectores medios y bajos en el mercado consumidor de productos antes reservados a las clases privilegiadas, tales como, electrodomésticos, automóviles, etc.

Además de aumentar el consumo, las mejoras en el nivel de vida de los obreros hacían disminuir los reclamos y los alejaban de los posibles conflictos sociales. A este modelo basado en el consumo masivo se lo denominó sociedad de consumo. Dos elementos fundamentales ayudaron a instalar el consumismo: la publicidad y las ventas a crédito.

Se estimulaba a través del cine, la radio, la televisión, de los diarios y de las revistas, el deseo por acceder a un mundo ideal y fantástico, al cual sólo se ingresaba comprando determinadas “marcas” de productos. Para triunfar en la vida, había que manejar tal automóvil, beber determinada gaseosa o vestir la ropa de los famosos. Incluso, las manifestaciones artísticas, como la música, el cine, el teatro o la literatura, eran impuestas por la propaganda de las empresas discográficas, las distribuidoras cinematográficas y por las empresas teatrales o editoriales. Había nacido la cultura de masas, en la que era

más importante la difusión que la creación artística en sí misma. Tenía más valor lo más conocido que lo más creativo o mejor producido. Prevalecía lo comercial sobre lo artístico.

EL PENSAMIENTO ALTERNATIVO Y LA RESISTENCIA CULTURAL

A partir de los años 50, la modernización socioeconómica comenzó a expresarse claramente en el arte, la literatura y en otras manifestaciones culturales. A su vez, la expansión de los denominados medios masivos de ccxmunicación, implicó una nueva y compleja relación entre las diferentes culturas. Sobre todo, porque el poder político y económico de los países centrales también iba a mostrarse en una capacidad, hasta ese momento impensable, de difundir sus valores culturales a otros pueblos. A su vez, en el interior de cada sociedad, también existían determinados valores predominantes, es decir, un cuerpo de ideas coherentes que explicaban una particular visión del mundo e impregnaban la vida social y cultural de una comunidad. Y en toda sociedad, paralelamente a esa cultura dominante, surgieron grupos que se planteaban otros valores, otras ideas sobre lo que estaba bien o estaba mal, y que cuestionaron los valores los modos de relación y el sistema político de una época.

Esos grupos comenzaron a surgir en los años de posguerra, al calor de la urbanización y del crecimiento de la matrícula estudiantil en todos los niveles. Fueron movimientos que cuestionaron la forma en que estaba ordenada la sociedad y que se pronunciaron c por alternativas de vida distintas de las formas en que habían sido educados por sus mayores. Estas voces fueron, a veces, subculturas que expresaron a subgrupos de la sociedad, como pueden ser los jóvenes que utilizaban una manera particular de vestirse, hablar, etc., o auténticas contraculturas, es decir en corrientes de opinión que planteaban valores contrarios a los predominantes en la sociedad de la que eran parte. La complejidad de este proceso de intercambio cultural estuvo dada, también, porque los modernos medios de difusión fueron parte de la Guerra Fría. Estos medios, controlados por los países centrales, comenzaron a irradiar a todas partes del mundo sus valores y hábitos culturales, como los que se correspondían con el mundo occidental y cristiano frente al ateísmo socialista. Otro importante elemento de propaganda fueron los comics, donde héroes dotados de poderes sobrehumanos —como Súperman o el Capitán América— lograron proteger al mundo occidental de la constante amenaza de sus enemigos.

Frente a esta influencia cultural, marcada y guiada por la sociedad de consumo, nacieron en la postguerra pensamientos alternativos a los dominantes, es decir verdaderos movimientos contraculturales: todos dieron muestras de inconformismo, rebeldía y resistencia a la imposición cultural a Li que se sentían sometidos.

La denominada cultura beat se originó en los Estados Unidos y fue la expresión de una generación que no creía en los mitos de los adelantos científicos que habían producido la mecanización, ni en la adoración del dinero como medio de satisfacción. Allen Ginsberg y Jack Kerouac fueron —a través de poesías y cuentos que transitaban en revistas subterráneas (undergrourid) sin circulación comercial— típicos representantes de una búsqueda por separarse de una sociedad que consideraban arbitraria y falsa. En ella los hombres —afirmaban— habían perdido la capacidad de comunicarse y vivir, producto de los bombardeos publicitarios que alentaban únicamente la superficialidad del confort: el auto, la casa, el televisor, etcétera. Para manifestar su disconformidad, alentaron la resistencia al consumo. En Europa, junto al desarrollo del Estado de bienestar que daba lugar a la “sociedad del ocio”, la resistencia cultural se expresó también en el terreno filosófico: autores como Herbert Marcuse o Jean Paul Sartre adquirieron notoriedad en los 50, aunque sus libros y figuras fueron célebres en los 60. La búsqueda de lo auténticamente latinoamericano fue parte de ese pensamiento alternativo, y la crítica apuntó a padecimientos de sus habitantes por parte de dictaduras o regímenes que permitían y alentaban el despojo económico, acompañado de la destrucción de la identidad cultural propia. Julio Cortázar, Mario Vargas Llosa, Alejo Carpentier y José María Arguedas fueron —entre otros— parte de esa generación que, en sus novelas, expresaron la resistencia y alternativa cultural en Latinoamérica.

lunes, 15 de junio de 2009

2 MEDIO B NOTAS PRUEBA "CONSTRUCCIÓN DE UNA IDENTIDAD MESTIZA"

Después de una ocupada semana y con las mejores intenciones de entregar sus notas a la brevedad, paso a publicar sus calificaciones; recuerden que la nota final incluye las décimas por su participación en el blog.


El desglose de las notas es el siguiente: nota original, décimas acumuladas, nota final.

Osvaldo Llanos: 6,0
Judith González: 5,8; 10 décimas; 6,8
Camila Fernández: 5,0
Cristobal Salamanca: 5,0; 8 décimas; 5,8
Mitchel Urrutia: 5,0
Jeremy Caqui: 4,8; 2 décimas; 5,0
Cecilia Muñoz: 4,8; 8 décimas; 5,6
Matías Riquelme: 4,6
Fernando Campillay: 4,6
Fernando Zúñiga: 4,4
Lucas Sánchez: 4,4; 2 décimas; 4,6
Victor Muñoz: 4,3
Victor Álvarez: 4,2
Claudia Irarrázabal: 4,2
Andrea Domic: 4,2
Nataly Mardondes: 4,0
Francisca Hernández: 3,9; 4 décimas; 4,3
Javiera Barahona: 3,9
Felipe Jíménez: 3,9; 4 décimas; 4,3
Franco González: 3,5
Karla Ramos: 3,5
Mónica Bustos: 3,3; 8 décimas; 4,1
Natalia Galleguillos: 3,5; 4 décimas; 3,9
Patricia Urriola: 3,1
Diego Soto: 2,9
Camila Rodríguez: 2,7
Bastian Cabello: 2,3

Saludos a tod@s.

lunes, 8 de junio de 2009

4 MEDIO: AVISO MUY IMPORTANTE

ESTIMAD@S ALUMNO@S DE 4 MEDIO:

AUNQUE YA LO DEBEN SABER, LES RECUERDO QUE ESTE AÑO LA PSU SERÁ GRATUITA PARA LOS ESTUDIANTES DE LOS COLEGIOS MUNICIPALES Y SUBVENCIONADOS. LOS QUE QUIERAN ACCEDER A ESTE BENEFICIO DEBEN INSCRIBIRSE EN LA WEB DEL DEMRE HASTA EL 31 DE JULIO. NO OLVIDEN VISITAR EL LINK DE MÁS ARRIBA Y LA SIGUIENTE NOTA APARECIDA EN LA PRENSA.

OJO: NO DEJEN ESTE TRAMITE PARA ÚLTIMO MOMENTO...CONSEJO DE UN ESPECIALISTA EN HACER TODO FUERA DE PLAZO...

SALUDOS.

AVISO 3 ELECTIVO: 2da. NOTA

NO HAY PLAZO QUE NO SE CUMPLA NI DEUDA QUE NO SE PAGUE...

Tras una larga espera y lamentando sinceramente el retraso, paso a publicar sus notas; recuerden que la nota final incluye las décimas por su participación en el blog.


El desglose de las notas es el siguiente: nota original, décimas acumuladas, nota final.

José Miguel Sanhueza: 7,0
María Paz Faúndez: 7,0
José Santibáñez: 6,2
Carolina Soto: 6,2; 6 décimas; 6,8
Valentina Merino: 6,2; 4 décimas; 6,6
Nicole Salinas: 6,2; 4 décimas; 6,6
Javiera Wistuba: 5,8
Nicole Avello: 5,3
Enrique Cortés: 4,7; 2 décimas; 4,9
Karina Lazo: 4,5
Nicolás Rivas: 3,8
Ivan Ruperthus: 3,5
Sebastian Contreras: 3,2

**Bonus (1ra Nota):
María Paz Faúndez: 7,0
Negrita
Fnalmente: recuerden que el miércoles 10 de junio tenemos
control de lectura.

Saludos a tod@s.

jueves, 4 de junio de 2009

4 MEDIO "DEMOCRACIA Y MERCADOS EN EL NUEVO ORDEN MUNDIAL" TEXTO DE LECTURA COMPLEMENTARIA

ESTIMAD@S:

SEGÚN LO DICHO EN CLASES, LES DEJO EL LINK PARA DESCARGAR EL ARTÍCULO DE NOAM CHOMSKY "DEMOCRACIA Y MERCADOS EN EL NUEVO ORDEN MUNDIAL", SOBRE EL CUAL REALIZAREMOS UN CONTROL DE LECTURA El DÍA JUEVES 18 DE JUNIO.

RECUERDEN EXPONER EN LOS COMENTARIOS SUS DUDAS E INQUIETUDES RESPECTO AL TEXTO.

SALUDOS A TOD@S.

3 MEDIO "LA DESMITIFICACIÓN DE LA EDAD MEDIA" TEXTO DE LECTURA COMPLEMENTARIA

ESTIMAD@S:

TAL COMO DIJE EN CLASES, LES DEJO EL LINK PARA DESCARGAR EL ARTÍCULO "LA DESMITIFICACIÓN DE LA EDAD MEDIA", SOBRE EL CUAL REALIZAREMOS UN CONTROL DE LECTURA EN LAS PRÓXIMAS SEMANAS.

SALUDOS A TOD@S.

RECUERDEN EXPONER EN LOS COMENTARIOS SUS DUDAS E INQUIETUDES RESPECTO AL TEXTO.